La elecciones de las actividades musicales.
La elección de las actividades es fundamental a la hora de
trabajar los intereses y necesidades de los alumnos. Debemos tener en cuenta la
edad, las características del grupo, el espacio, el tiempo, los recursos con
los que contamos, debemos tener claros los objetivos que queremos conseguir,
las capacidades a desarrollar…
Por todo esto, las actividades musicales deben tener un
carácter:
- Globalizador: para facilitar a los niños/as el aprendizaje
desde una perspectiva integradora y diversa, haciendo conexiones entre los
diferentes lenguajes expresivos y comunicativos.
- Lúdico: consiguiendo que los niños disfruten
y contribuyendo a la vez al enriquecimiento personal.
- Participativo: ha de ser una educación musical para
todos, utilizando diferentes tipos de agrupamientos: parejas, grupo pequeño o
gran grupo.
- Significativo: partiendo de lo conocido para llegar
a lo que se ha de aprender, lo que permitirá en un futuro a los niños/as
aplicar lo aprendido en otros contextos.
- Motivador: siendo variadas, breves y que ayuden
al niño a descubrir por sí mismo las cosas mediante la exploración y el
descubrimiento autónomo.
- Que atiendan a la diversidad: respondiendo a los diferentes
intereses y niveles de los niños, teniendo en cuenta que cada uno tiene su
ritmo de maduración, desarrollo y aprendizaje.
Las actividades de música son por sí
mismas interesantes para los niños. Lo importante es la labor del docente, pues somos los encargados/as de atender a las características del grupo, dedicar el
tiempo necesario a cada actividad, secuenciar las actividades, globalizarlas
con otras áreas de conocimiento, etc.,
Lorena Martínez Jaén
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