Las canciones Infantiles
Aunque la música infantil tiene un carácter pertinentemente lúdico no se puede perder de vista un carácter didáctico, es decir que no solamente ha de entretener a los más pequeños, sino que debe darles una serie de valores que fortalezcan sus habilidades sociales y obtengan una correcta educación.
Desde el enfoque pedagógico ha de entenderse la música infantil, como recurso tanto para los docentes en el ámbito educativo, como para los propios progenitores como herramienta lúdico-educativa.
Puesto que, con las canciones infantiles los niños aprenden jugando y, además tienen un efecto calmante y de bienestar que todos hemos comprobado alguna vez.
Las canciones infantiles fomentan el aprendizaje de los niños porque cuando los niños cantan están expresando, comunicando, están aumentando su capacidad de concentración y memoria, aprenden y enriquecen su vocabulario mejorando su lenguaje, es decir, están potenciando su desarrollo intelectual porque, como todos sabemos, cuando son pequeños son como una esponja y absorben las cosas y reaccionan a los estímulos con facilidad.
Además las canciones infantiles al ser rítmicas y melodiosas ayudan a los niños a coordinar y controlar los movimientos de su cuerpo, es decir, a desarrollar su expresión corporal y a ser más conscientes del espacio que les rodea y, todo junto, hace que sea una buena aliada para el aprendizaje.
Otro beneficio de las canciones infantiles para el aprendizaje de los niños es que hacen que los niños se relacionen entre ellos.
Pero para que surja todos los beneficios anteriores, es fundamental que tengas en cuenta las letras de las canciones ya que algunos temas que se escuchan en la radio utilizan un lenguaje inapropiado o incitan a la violencia. Al mismo tiempo, es imprescindible que el ritmo y las sonoridades transmitan positividad y alegría, más que tensión, miedo y sobresalto.
Cuando se trata de niños pequeños, hasta los 3 años, es recomendable que apuestes por las canciones infantiles ya que estas son una herramienta invaluable para desarrollar su lenguaje y la memoria. De hecho, como estos temas tienen estribillos muy simples, el niño puede recordarlos y cantar. A la vez, puedes aprovechar esos momentos para incitarle a bailar, una actividad que mejora la coordinación motora en los pequeños.
Tipos de canciones:
- HÁBITOS
- TIEMPO
- JUEGOS
- ANIMALES
- NÚMEROS, VOCALES Y COLORES
- LENGUAJE
- CUERPO HUMANO
Además, Según Divertimenti todos estos tipos de canciones deben reunir unas características:
Deben estar entre el Do y el La en la Ed. Infantil y los primeros niveles de Primaria. A partir de ahí, la extensión va aumentando con la práctica, llegando fácilmente a superar la octava, sobre todo por la parte grave. Se puede partir, aunque no exclusivamente, de canciones de dos notas con intervalo de 3ª menor, para ir aumentando paulatinamente. Emplearemos intervalos consonantes y evitaremos los saltos no preparados.
Tonalidad:
Las más frecuentes son las de Si, Do y Re mayor o menor para las canciones que abarcan desde la tónica grave hasta el intervalo de 6ª, y Re, Mi, Fa y Sol mayor o menor, para las que se extienden hacia la 5ª inferior. En principio, no son convenientes las canciones con modulación.
Melodía:
La extensión de las frases debe estar de acuerdo con la capacidad respiratoria del niño, y suelen ser de 2 o 4 compases, aunque hay algunas de número impar. Las líneas melódicas serán claras y bien definidas, con puntos de inflexión, acentos y repeticiones que favorezcan su memorización.
Ritmo:
Será sencillo, reiterativo y adaptado al sentido de las palabras, basándose por lo general en combinaciones de negras, blancas y corcheas. El compás suele binario o ternario.
Armonía:
La armonización de las canciones infantiles tienen como principal misión favorecer su entonación aportando la correspondiente estabilidad tonal. Suelen estar basadas en los grados fundamentales: I, IV y V.
Texto:
Debe ser motivador y adecuado a cada edad. Con vocabulario conocido o asequible. Los temas incluirán reiteraciones, retahílas, onomatopeyas, absurdos, trabalenguas, etc.
CRISTINA GALINDO MARTIN
Tonalidad:
Las más frecuentes son las de Si, Do y Re mayor o menor para las canciones que abarcan desde la tónica grave hasta el intervalo de 6ª, y Re, Mi, Fa y Sol mayor o menor, para las que se extienden hacia la 5ª inferior. En principio, no son convenientes las canciones con modulación.
Melodía:
La extensión de las frases debe estar de acuerdo con la capacidad respiratoria del niño, y suelen ser de 2 o 4 compases, aunque hay algunas de número impar. Las líneas melódicas serán claras y bien definidas, con puntos de inflexión, acentos y repeticiones que favorezcan su memorización.
Ritmo:
Será sencillo, reiterativo y adaptado al sentido de las palabras, basándose por lo general en combinaciones de negras, blancas y corcheas. El compás suele binario o ternario.
Armonía:
La armonización de las canciones infantiles tienen como principal misión favorecer su entonación aportando la correspondiente estabilidad tonal. Suelen estar basadas en los grados fundamentales: I, IV y V.
Texto:
Debe ser motivador y adecuado a cada edad. Con vocabulario conocido o asequible. Los temas incluirán reiteraciones, retahílas, onomatopeyas, absurdos, trabalenguas, etc.
CRISTINA GALINDO MARTIN
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